Las redes sociales marcan un nuevo hito para la comunicación. Acortan distancias y tiempo entre las personas de cualquier parte del mundo, quienes interactúan mediante videos, fotografías y mensajes de texto.

Las redes sociales se convirtieron en un escenario de opiniones políticas, debates e incluso intercambio de comentarios por algunos periodistas. Esto abre una nueva temática para el periodismo boliviano que de a poco se adapta a nuevas plataformas de información como Facebook y Twitter, entre otros: ¿Dejamos de ser periodistas cuando opinamos en nuestras cuentas personales? ¿Dónde termina el espacio privado e inicia lo público en la web?

Un ejemplo fue el cruce de opinión en mayo entre el ex director de Erbol, Andrés Gómez y el director del canal ATB, Jaime Iturri. Durante la emisión del programa “Corto Verano”, Iturri señaló que «no cree en la independencia, creo en el profesionalismo”, al referirse a Gómez, de quien dijo es “un militante de la oposición, lo demuestra con sus acciones”.

El primero utilizó su perfil oficial de Facebook para responder este comentario. “Sí, me opuse en los tiempos neoliberales y me opongo ahora en tiempos del llamado proceso de cambio, a la violación de los Derechos Humanos (DD.HH), a la violación de la Constitución Política del Estado (CPE)”, publicó, a tiempo de trasladar el debate a su blog “Rimay Pampa”.

Este debate generó una serie de reacciones y opiniones de otros periodistas, pero no fue el primer ni único caso que se suscitó en las redes sociales. Hoy los comunicadores utilizan las redes para anunciar primicias noticiosas o generar una opinión que deriva en inicio del intercambio de ideas u opiniones.

Por ello ¿qué elementos debe tomar en cuenta un periodista antes de emitir su opinión en una cuenta pública? Para el presidente del Tribunal de Honor de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), Pedro Glasinovic, no puede ser que un periodista sea uno en el medio en que trabaja y otro cuando utiliza el Twitter o Facebook.

“El periodista no puede liberarse de las normas que regulan el ejercicio de la profesión y transformarse en un individuo que puede insultar o puede dañar a través de ese mensaje utilizando los medios digitales y luego transformarse en otro individuo cuando está trabajando en un medio de comunicación”, señaló.

Asimismo Glasinovic explicó que, si bien no existe una normativa específica que se aplique en el caso de las publicaciones, en las redes sociales los códigos de ética del periodismo sí se aplican a los trabajadores de ese ámbito sin importar dónde lleguen a compartir sus trabajos o criterios periodísticos.

Algunos de los códigos establecidos por la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia señalan:  “La veracidad de la información debe ser la primera condición imprescindible para su publicación». Según el experto, la normativa sigue vigente y sólo debe ser adaptada a las nuevas plataformas.

A su turno, el Director de la Fundación para el Periodismo, Renán Estenssoro, opinó que si bien las nuevas herramientas sociales alteraron los cimientos del periodismo, no tiene que haber diferencias entre la ética que un periodista tiene en su vida personal, con la ética profesional. Para publicar algo en medios sociales masivos, como en cualquier medio tradicional, uno debe estar enterado de lo que opina, tener información para orientar al público y opinar con altura, viendo desde cierta distancia algunos casos y argumentando todos sus puntos de vista.

El querer regular las posibilidades de comunicación con el público o limitar la opinión que realiza un periodista, según Estenssoro, es un exceso pues es el mismo trabajador de la prensa quien debe conocer sus límites y su profesionalidad. “Cuando escribes una crónica, cuando haces un reportaje, cuando investigas, cuando analizas la información, en todo momento, tú tienes que tener presente ciertos cánones éticos de lo que es el periodismo, lo que es bueno para el periodismo”.

Hasta la fecha son pocos los medios de comunicación que debatieron sobre el uso de redes sociales y cuentas personales con sus trabajadores. El avance de la tecnología y la creación de nuevas herramientas dificulta, entonces, el control y la regulación del periodismo en estas nuevas plataformas.

Según el director del periódico estatal Cambio, Adalid Cabrera, este medio aún tiene una normativa interna sobre el tema ya que se confía en la responsabilidad de cada trabajador de este diario. “Cuando ejerces como periodista en un medio de comunicación tienes que manejar una serie de códigos, precisiones, responsabilidades y seriedad en lo que publicas”, dijo. Cabrera aclaró que el medio no censura ninguna de las opiniones de sus trabajadores pues eso sería interferir con su libertad de expresión y de opinión.

El director Digital de la televisora ATB, Richard Sánchez, señaló que en ese medio se tuvo una reunión con los periodistas y se les recomendó tener una cuenta personal y una institucional. “Todos los periodistas tienen su inclinación, en pro y en contra (del gobierno), en sus opiniones se mezclan filias y fobias, apasionamientos y rechazos. En esos casos cada periodista sabe lo que hace, sugiero no escribir en momentos tan emocionales, antes de publicar es bueno tener la cabeza fría”, recomendó. De verse errores o comentarios fuera de lugar la empresa pide al periodista rectificar el dato, explicó.

Cándido Tancara, editor web de Página Siete, afirmó que el periódico como medio tiene su propio manual de funciones y ética aplicadas también al área digital, aunque consideró que el tema de la ética es algo bastante personal. “No puedo publicar una información interesada ni una información que tenga un sentido de hacer campaña ni que me favorece en forma personal o que sólo favorezca a un sector (…) La información que publicamos está atada con la moral de la persona. Si el propio periodista no revisa lo que publica, su conducta, entonces está incurriendo en una falta ética”, mencionó.

Los periodistas que utilizan estas herramientas digitales y los representantes de los medios de información coinciden en que, al igual que los ciudadanos comunes, tienen derecho a emitir opinión sobre las distintas temáticas de coyuntura. Sin embargo, los mismos periodistas consideran importante diferenciar su cuenta personal con la institucional.

En ese tema, Gómez afirmó que “un periodista tiene que saber diferenciar la opinión de la información, pero cuando opina no deja de ser periodista, porque eso significa perder parte de tu libertad de expresión”, aunque dejó en claro que para emitir un criterio, “tendrás que tener un buen fundamento, más que una simple especulación”. Sin embargo remarcó que como ciudadanos no se puede prohibir el derecho a la libre opinión, derecho establecido en la misma Constitución Política del Estado.

Otro punto de vista es el de la periodista de Agencia de Noticias Fides (ANF), Nancy Vacaflor, quien sólo maneja su cuenta personal para informar sobre sus actividades tanto personales como profesionales. Coincidió en que es necesario tener un criterio bien formado para comentar sobre temas políticos u otros de debate sin olvidar que uno es periodista. “No es posible hacer un desdoblamiento total. En lo personal creo que los periodistas como cualquier persona tienen que actuar responsablemente en las redes”, dijo.

Para Luis Mealla, periodista de La Razón, el uso de las redes para un periodista es hoy una importante herramienta de intercambio de datos entre los propios colegas y las mismas fuentes de información. Asimismo, acotó que las nuevas plataformas también son usadas para otros fines. “Las redes sociales se han constituido en una especie de ‘desahogo’ para los profesionales que editorializan sus comentarios en favor y en contra de ciertas autoridades o funcionarios estatales”, dijo. Mealla añadió que el periodista debe ser responsable pues, al mismo tiempo, representa al medio en el que trabaja.

Ante el avance de la tecnología web, medios internacionales vieron la necesidad de reglamentar a sus periodistas el uso de sus páginas personales e institucionales y crearon guías para el uso de las redes sociales. Un ejemplo es El Guardián de Estados Unidos donde en su guía da pautas a seguir por sus periodistas.

Otro ejemplo es el manual de uso de la BBC que resume la actividad social en tres puntos: su actividad personal está hecha para sus amigos y contactos, pero no puede estar bajo el nombre de la BBC; actividades noticiosas oficiales deben estar a nombre del medio y; actividades (en redes) de los redactores, presentadores, periodistas o corresponsales son parte de la salida oficial de la BBC.

También, la agencia Asociated Press (AP) fomenta a todos sus periodistas a tener cuentas en las redes sociales dado que se han convertido en una herramienta esencial para reunir y compartir enlaces de las notas publicadas. Asimismo, esta agencia creó sus propias reglas para redes sociales en las que aconseja a los periodistas diferenciar sus posturas y ser responsables con lo que hacen público.

Autores: Dehymar Antezana, Clayton Benavides, Juan Flores, Sady Rojas.